viernes, 1 de enero de 2010

Entrevista a Josetxo Fernández de Ortega


"Me gusta indagar en el alma de las películas"

Qué es lo que más te interesa de tu trabajo.

Lo que más me interesa es la capacidad que uno tiene, al crear y al interpretar, de influir en los sentimientos y emociones de los espectadores. Tú tamizas la experiencia a través de tu música e influyes en el espectador.

Tú eres músico y compositor con una formación clásica. Cuál es tu primer contacto con el cine mudo.

En una de las primeras ediciones del Festival de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián habían programado una película con acompañamiento de piano. El músico que tenía que venir se puso enfermo dos días antes de la proyección y me lo ofrecieron a mí. Yo no tenía ninguna experiencia en ese campo, pero, cosas de la juventud, me atreví y aquí sigo.

Cómo te enfrentas a una nueva película.

La veo muchas veces. Por ejemplo Berlín, sinfonía de una gran ciudad la he estudiado en silencio y aplicando diferentes músicas. Escucho el trabajo de otros músicos. Chopín o Brahms parecen obras escritas para cine por la sincronía rítmica y emocional con la que concuerdan con determinadas secuencias. Luego me enfrento a mi música y experimento hasta tener mi propia visión sonora de la obra tanto cinematográfica como musical, hasta hacer de las dos una sola pieza.

Crees que la música puede cambiar el significado de las imágenes.

Por supuesto que en ocasiones ocurre. Pero nunca hay que olvidar que tú, como músico, estás al servicio de la película, puedes arroparla, acentuarla, mitigarla y, en el peor de los casos, destrozarla. Tú tienes tu visión de la película y tu música va a transmitir tu mundo interior en relación a la obra de un cineasta determinado. Es una responsabilidad, pero a su vez es fascinante.

Trabajas sólo con piano o utilizas también otros instrumentos.

Generalmente uso el piano, pero en ocasiones he usado el sintetizador y me imagino que tengo una orquesta a mis órdenes. Algunos títulos sí que los acompaño con otros músicos porque me parece que es lo más adecuado para esa obra en concreto.

Cuando te sientas ante el piano frente al público y comienza la proyección sabes lo que vas a tocar.

Sí. Tengo casi todo muy claro. Sé qué piezas van en cada momento y qué recursos utilizar en determinados pasajes. Pero esto no quiere decir que no esté abierto, al contrario, cada proyección resulta nueva y única, por eso ejecuto y creo al mismo tiempo en función de las imágenes y de la historia que se desarrolla en la pantalla. Resulta un trabajo fascinante pero agotador.

Cómo reacciona el público.

La gente generalmente viene con ciertas dudas sobre lo que va a ver. El cine mudo ha sido siempre muy maltratado y en general existe un gran desconocimiento y, por lo tanto, miedo hacia él. Pero cuando acaba la sesión todo el mundo está encantado y emocionado. Recibo grandes alabanzas porque a la gente le sorprende que el cine mudo pueda ser algo tan vivo y tan cargado de fuerza y emoción, y además porque mi música les ayuda a percibir mejor todo aquello que el cineasta pretendía mostrar con su obra. En cierta ocasión una persona se me acercó llorando y emocionada a darme las gracias por mi trabajo. Incluso los niños se lo pasan en grande con Chaplin, Keaton, Lloyd,... Sin duda es una experiencia única y muy intensa tanto para el público como para mí.

Tu trabajo ha influido en tu forma de concebir el cine.

Totalmente. Me ha abierto un mundo muy rico. Me ha descubierto que todo el cine se inventó en aquella época y que todos aquellos descubrimientos hoy están en vigor y no se ha hecho casi nada nuevo desde entonces. Ha evolucionado la tecnología pero no las ideas y el alma de los cineastas. Si muchos directores conocieran mejor el cine sin palabras sin duda harían mejores películas.

Con qué película te quedas.

En estos momentos estoy entusiasmado con una película de King Vidor titulada Y el mundo marcha, películas como ésta son de las que te hacen amar el cine y enfrentarte a él con una mentalidad abierta a una nueva experiencia creativa que sin duda me hace cada vez mejor persona y mejor músico.